No es casualidad que cuando surgió el nuevo cine latinoamericano como concepto, había un cubano envuelto, y no uno cualquiera: su nombre era Alfredo Guevara, y en ese momento representaba al Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, ICAIC. La idea de los que se habían reunido en Viña del Mar, Chile, era crear una nueva corriente cinematográfica que olvidara el cine comercial y se enfocara en los creadores del continente. Estaban inspirados en el neorrealismo italiano, y querían representar en su forma de hacer arte la realidad.
Cuba, que desde el 1959 se había volcado en la cultura de disímiles formas, quería estar involucrada en el nuevo movimiento que defendía valores promovidos por la Revolución: la solidaridad y el latinoamericanismo visto como un frente común contra todo lo que significaba el consumismo promovido por los Estados Unidos y seguido mansamente por la producción cinematográfica en casi todo el planeta. La transacción fue casi inmediata hacia la materialización de un Festival que aunara el cine regional, y sirviera como plataforma para sus productores y defensores.
El 3 de diciembre de 1979 abrió sus puertas la primera edición de la cita, que acontece ininterrumpidamente desde entonces. Además de proyectar las películas y realizar eventos teóricos con los creadores, el festival es una competición, en la que resulta ganador el filme elegido por un prestigioso jurado.
El nombre del galardón es Gran Premio Coral, y las primera cintas en llevárselo fueron, de manera compartida, Coronel Delmiro Gouveia, de Brasil y Maluala, de Cuba. Sin embargo, ese país, con su condición de gigante, o Cuba, que podría aprovechar su estatus de sede, nunca han superado a Argentina. Esta última nación se posiciona como el país más ganador de Premios Coral.
Si comparamos los ganadores del Gran Premio Coral del Festival con certámenes prestigiosos, la correspondencia ha llegado a ser significativa en algunos casos. El Premio Goya, por ejemplo, ha nominado 12 veces a los ganadores del premio habanero, y de esas ocasiones, 6 veces se han alzado con el galardón los filmes que triunfaron en Cuba.
Por su parte, la Academia Norteamericana de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, que otorga cada año los conocidos Premios de la Academia, u Oscar, ha nominado en solo 3 ocasiones durante 38 años los filmes que han merecido el Coral. Ninguno de estos, además, ha ganado el premio. Es evidente que los cánones que definen a los filmes para el mercado norteamericano y la industria cultural que este dicta, no se corresponde con la propuesta del Nuevo Cine Latinoamericano.
Película | Año | Director | País | Goya | Oscar |
La película del Rey | 1986 | Carlos Sorin | Argentina | Ganadora | - |
Hello Hemingway | 1990 | Fernando Pérez | Cuba | Nominada | - |
Jericó | 1991 | Luis Alberto Lamata | Venezuela | Nominada | - |
Fresa y Chocolate | 1993 | Tomás Gutierrez Alea Juan Carlos Tabío | Cuba | Ganadora | Nominada |
El Callejón de los Milagros | 1995 | Jorge Fons | México | Ganadora | - |
La vida es silvar | 1998 | Fernando Pérez | Cuba | Ganadora | - |
Suite Habana | 2003 | Fernando Pérez | Cuba | Nominada | - |
Whisky | 2004 | Juan Pablo Rebella Pablo Stoll | Uruguay | Ganadora | - |
Iluminados por el fuego | 2005 | Tristan Bauer | Argentina | Ganadora | - |
La teta asustada | 2008 | Claudia Llosa | Perú | Nominada | Nominada |
El infierno | 2010 | Luis Estrada | México | Nominada | - |
No | 2013 | Pablo Larraín | Chile | - | Nominada |
Conducta | 2014 | Ernesto Daranas | Cuba | Nominada | - |
Por suerte para muchas películas que pueden llamarse anónimas, porque no han sido apadrinadas por la poderosa industria de Hollywood, existe el festival cubano. Sin su exhibición en nuestro país durante los días de diciembre, muchas cintas memorables podrían no haber existido para el público y la crítica, y ahí radica la importancia de esta propuesta.
En 38 ediciones del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, las creaciones de casi todos los países del continente han desfilado por la Habana. Para los involucrados en la industria el evento propone actividades como talleres de guiones, seminarios, mercados de proyectos y el Concurso de Postproducción Latinoamérica Primera Copia. Además, millones de espectadores han acudido a las salas para asistir a un momento único en que tienen la oportunidad, y casi la obligación, de comprender el panorama cinematográfico de un continente que ya no quiere quedarse el último.