En Cuba el sonido tiene protagonismo en las vidas de sus habitantes. Es un país movido por la música tradicional, los pregones y los cláxones en las calles. La Isla tiene una banda sonora identitaria.
En el estudio y análisis de datos existe una tendencia, poco empleada aunque no tan nueva, de sonificar los datos. Esto quiere decir que la data tradicional, en lugar de ser interpretada por patrones de líneas, colores y tamaños, adquiere nuevas propiedades, en este caso sonoras: melodía y ritmo.
En lugar del alza y caída de un punto en una gráfica o de la construcción de ejes, lo agudo o grave del sonido indica la diferencia, evolución y contraste entre los valores.
Dos de las series de datos que indican la situación migratoria de una provincia son sus tasas migratorias interna y externa. La interna refleja el estado, en función de la población del espacio gegráfico, del movimiento hacia otras provincias; mientras que la externa muestra la salida de sus habitantes fuera del país. Su combinación expresa el estado migratorio de la región.
¿Qué pasaría si generamos un sonido por cada tasa migratoria? ¿Cómo se escucharían si se mezclaran? Para lograr este objetivo -sonificar los datos- utilizamos la herramienta Twotone.
Con los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas se obtuvieron las tasas migratorias interna y externa, por cada provincia y el municipio especial, desde 1985 hasta 2017. En Twotone, por cada región, la tasa migratoria interna fue interpretada al piano. La tasa migratoria externa fue ejecutada con marimba. Con su mezcla se obtuvo el patrón sonoro de cara área.
¿Podrán estos ritmos migratorios provinciales describir esos movimientos poblacionales? No lo sabemos, pero creemos que el intento lo vale. Ya nos comentarán cuando escuchen cada sonificación y la comparen con la representación visual de las distintas tasas.